Agua, chubasqueros y bolsas estancas
martes, noviembre 11, 2008 por ZapadorEn lo alto de una cordillera nevada o en la carretera a Quala-i-Now en Afganistán, veremos Zapadores Paracaidistas perfectamente adaptados al clima y al terreno que pisan. Por eso nada hay que satisfaga mas a un Instructor del PI-1 que una predicción metereológica que muestre un panorama de lluvias y mas lluvias. Nada forja mejor el espíritu del futuro boina verde. Por eso el equipo del zapador debe estar perfectamente estanqueizado, para que incluso después de pasar diez horas en campo abierto bajo la lluvia, pueda abrir su mochila y encontrarse todo perfectamente seco. No es extraño que una de las pruebas a la que son sometidos los futuros boinas verdes sea el arrojar todo su equipo al agua, para comprobar su estanqueidad y flotabilidad.Algunos veteranos os recomendarán que utiliceis bolsas para congelados para las piezas de equipo mas pequeñas, bolsas del LIDL para envolver piezas mas voluminosas, y bolsas de basura tamaño comunitario para juntar todo en la mochila y proporcionar flotabilidad, hay otras alternativas mucho mas eficaces, que exigen eso sí, gastaros un poco más de dinero. Hay varias formas de proteger el equipo del agua, pero la mas utilizada por las Fuerzas Especiales es el uso de bolsas estancas y herméticas, como la de la imagen de la derecha. En una bolsa estanca y hermética no puede entrar ni salir el agua ni el aire. No está claro si fueron los militares los primeros en utilizarlas en 1995 (1), pero lo cierto es que con el auge de los deportes de riesgo, como el piragüismo o el kayak, los deportes naúticos y un sin fin de actividades deportivas al aire libre, han multiplicado la oferta de productos comerciales fácilmente disponiblesada zapador deberá proveerse del material necesario para estanqueizar su equipo, desde estas páginas os haremos algunas recomendaciones. No olvideis que el mismo material que impide que el agua entre en la mochila, impedirá que la fina arena del desierto impregne vuestro equipaje. Las bolsas estancas o dry-bags son realmente sacos hechos de un material resistente al agua que se cierran de manera que se garantiza, con mayor o menor eficacia, su impermeabilidad. No hay un único modelo de bolsa estanca, y debemos tener claro para qué vamos a necesitarla: ¿vamos a sumergirnos con ellas o por el contrario haremos actividades acuáticas en superficie? ¿Van a estar expuestas a la intemperie? ¿Las llevaremos dentro de nuestra mochila o correaje? ¿Cuánto esfuerzo deben poder resistir? ¿Pinchazos? ¿Abrasión? ¿Rotura? ¿Aplastamiento? Finalmente debemos ser conscientes que algunos modelos disponen de una válvula que permite, una vez sellada la bolsa, sacar todo el aire de su interior, sirviendo además para reducir significativamente el volumen de textiles como forros polares, uniformes de respeto o sacos de dormir. Muy útil para llevar todo el equipo de 48 horas aprovechando al máximo el escaso espacio de la mochila de combate. O para modificar la flotabilidad de la misma: si mantenemos mucho aire dentro la flotabilidad será positiva, como ya nos prometía el principio de Arquímedes. Pero si algo debemos tener claro es que nuestra bolsa debe ser muy resistente, para aguantar el abuso al que la vamos a someter en una Unidad de Operaciones Especiales como la nuestra.Salvo que vayamos a llevar a cabo una infiltración o exfiltración bajo el agua, no será necesario que nuestra impermeabilización sea total. Existen bolsas estancas precisamente con esa capacidad, la de impedir la entrada del agua incluso sumergiendo a varios metros el equipo, pero son muy caras. En la imagen superior vemos un ejemplo de las bolsas secas fabricadas por Watershed y pensadas para el armamento. Estas bolsas una vez cerradas son totalmente herméticas, por lo que impiden la entrada y salida del aire. Por este motivo incluyen una válvula a través de la cual podremos ajustar la cantidad de aire en su interior, modificando de esta manera la flotabilidad del equipo. En la imagen la válvula se ve bastante bien. Fijaros que estas bolsas combinan un exterior de nylon cordura con un interior de poliuretano de baja reflectividad infrarroja IR. La propia bolsa es suficientemente resistente en su exterior para soportar un trato muy duro, sin que sea necesario una protección adicional. Por eso el modelo para armamento lleva correas para llevarla sobre los hombros. Tanto el armamento como los equipos de comunicaciones pueden ser introducidos en las bolsas herméticas sin que sea necesario un envoltorio adicional. Por eso el producto es caro, y no es extraño que nos pidan más de cien o doscientos dólares por el equipo mostrado. Tendremos que mirar a los de la UOE con envidia. Existen otras alternativas sumergibles muchos mas económicas, sobre todo si preveemos meter las bolsas estancas dentro de la mochila, el pingüino o nuestros bolsillos, como las bolsas ALOKSAK, herméticas hasta 60 metros bajo el agua, que se dice pronto, y que apenas cuestan unos pocos dólares. Resultan extremadamente útiles para llevar los contenidos del botiquín personal, o el kit de supervivencia, aunque cualquier zapador prudente se aseguraría de meter las mismas en una cajita estanca, como las Pelican Micro Case o incluso dentro de una simple lata sujeta con goma de paracaídas. La ventaja de las cajas Pelican es que son virtualmente irrompibles, e incorporan una válvula autoreguladora de la presión. Perfectas para pasar de la altitud de un salto HALO a las profundidades de una incursión submarina sin que el diferencial de presión la reviente. Una Micro Case con bolsa aloksak puede salirnos por menos de veinte euros, y tendremos la seguridad de que ningún PI1 podrá con ella. Para el equipo que vaya dentro de las mochilas y no necesite resistir la presión de una inmersión existen otras soluciones igual de económicas, y por menos de quince euros nos podemos hacer con bolsas estancas con válvula de aire perfectas para llevar el equipo comprimido en la mochila. Las mejores para este propósito las teneis en el siempre socorrido Decathlon, y son de la marca Quechua. El modelo XL es perfecto para comprimir e impermeabilizar el saco de dormir de entretiempo, y el modelo L comprime perfectamente un chaquetón de gore-tex con forro polar. La ventaja de la válvula de aire es la capacidad de aprovechar al máximo el espacio. La bolsa en cuestión combina una parte superior de polipropileno transparente y pegajoso consigo mismo, que hace las veces de cierre hermético, con una parte inferior de poliuretano gris muy fino, que mantiene el peso en vacio de todo el conjunto por debajo de los 200g. La válvula de aire es en realidad un tapón de plástico similar al que encontraríamos en cualquier juguete hinchable, pero parece bastante resistente. Al cerrarlo el tapón queda casi al ras de la bolsa, por lo que difícilmente se abrirá accidentalmente al meterlo o sacarlo de la mochila. El sistema, correctamente cerrado -es decir, asegurándonos que no hay pliegues ni arrugas al enrollarlo- mantiene su hermeticidad a lo largo de varios días, y da gusto ver la cantidad de equipo que pasa a caber en la mochila de combate. Estas bolsas pueden además servirnos para el propósito contrario: en caso de emergencia podremos meter agua en su interior y transportarla, o construirnos una ducha de campaña estupenda. Por menos de quince euros, cualquiera de estas bolsas da un resultado magnífico, y mantienen seco nuestro equipo. Finalmente existen algunas soluciones intermedias que no resultan tan efectivas como las mencionadas, pero proporcionan protección contra las salpicaduras y el chapoteo. En EZAPAC chapoteareis poco, y si cae agua lo más seguro es que sea una violenta gota fría murciana de las de poner la Comunidad en Alerta Naranja, pero en fin, mientras que no fabriquen cajetillas de tabaco impermeable, ni móviles sumergibles, son una solución barata y circunstancial para protegernos del agua. Y son baratas. Así es que ánimo, y a impermeabilizar vuestro equipo, que para algunos el PI-2 está a punto de comenzar. (1) En 1995 el U. S. Army Special Operations Command (USASOC) en Fort Bragg, NC. inició un programa para seleccionar un método de proteger del agua la impedimenta de los equipos de operaciones especiales. Tras varios estudios llegaron a la conclusión que el mejor método sería el uso de bolsas de plástico que fuesen ligeras, pudieran reutilizarse muchas veces y cuyo cierre ofreciese garantía de impemeabilidad. Para fabricarlas fueron inicialmente seleccionadas las compañías AMRON International; Diving Unlimited International (DUI); and USIA Underwater Equipment Sales Corp.